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viernes, 8 de febrero de 2013

MEJORES VOCES DEL SIGLO

Escribe: Rogger Alzamora Quijano

Esta es una clasificación arbitraria de las seis mejores voces de la música popular en la historia. Algunos o muchos discreparán de mis elegidos, otros estarán de acuerdo conmigo. La controversia siempre será saludable, tal como el respeto a todas las opiniones.  


Michael Jackson.-  Durante mucho tiempo logró alcanzar una tesitura vocal de cuatro octavas, a la que añadió la extraordinaria cualidad de mejorar sus notas bajas, lo que lo convierte en un superdotado.  Mucho de sus grandes portentos vocales y musicales se deben seguramente a su legendario oído absoluto, aquello que le remitía a la memoria auditiva de inmediato, y sin necesidad de apoyo o referencia. Michael estaba clasificado como contratenor, pero además poseía ritmo y dicción excepcionales. Técnicamente, Jackson podía desplegar la nota B5 como la más alta y la E2 como la más baja. Es decir su amplitud llegaba a las 44 notas. Además, su perfeccionismo lo llevaba a exigirse en la obtención de la mayor ductibilidad, llevando sus canciones hasta provocar el paroxismo en sus oyentes. Michael Jackson ha sido objeto de numerosos estudios, pero también de especulaciones acerca de su increíble registro vocal. Se ha dicho de él, desde que se trataba de un castrati, hasta que su voz era producto de químicos. Lo cierto es que en sus últimas apariciones públicas se le seguía escuchando altísimas y afinadas notas. Quizá por ello, pero además porque se trataba de un verdadero maestro de la música, el canto y la danza, ha logrado establecerse para siempre en la historia. 


Freddie Mercury.- Las tres octavas y una sexta mayor del registro vocal de Freddie Mercury, lo colocan entre los más grandes cantantes de música popular del mundo. Máxime si nuestro recordado vocalista y líder de Queen, poseía además extraordinaria afinación, limpieza, potencia y emotividad. Cuando se encontraba en la cúspide de su carrera fue clasificado como un barítono ligero que cantaba en la tesitura de tenor. Por ejemplo, en “Somebody to love” muestra su gran registro de cabeza, con comodidad y limpieza.  Al final, terminó adecuándose una tercera menor por debajo de su registro anterior, pues se decía que sufría de nódulos. Eso es entendible ya que Mercury nunca tomó clases de canto. Se puede muy fácilmente entender como falsete sus agudos más intensos. No es su culpa que Mercury pueda pasar de modo imperceptible (para los oídos no entrenados) desde la voz de cabeza a la de pecho. Y es que Freddie Mercury era capaz de alcanzar registros de Bb4 sin esfuerzo alguno. Así pudo regalarnos grandiosas interpretaciones, por lo general resumidas por su gran público en sus más populares temas como “Bohemian Rapsody”. Freddie Mercury añadía a su registro vocal, un carisma superlativo, el don de comunicarse intensamente con sus oyentes y la versatilidad para interpretar ritmos y mensajes de distinta índole en un mismo concierto.


Robert Plant.- De poderosa e impactante voz y amplio registro vocal, el vocalista de Led Zeppelin, indudable influencia en cantantes contemporáneos a él y también en posteriores.  Su estilo único de agudísimos tonos, casi falsetes, sensuales gemidos, impostaciones, ritmos cambiantes, además de una amplia tesitura vocal, todavía asombra y conmueve a todos. El mejor Robert Plant -como pocos- sabe llevar al público desde un estado frenético, visceral, galopante, hasta uno tibio y susurrante. Nacido vocalmente en los predios del blues, Plant sembró las bases del hard rock, hasta convertirse en un ícono de este. Devoto del riff, activista de la sensualidad y la explosión eufórica, obsesivo del ritmo y la afinación. Axl Rose, Rob Halford, Bruce Dickinson,Steven Tyler, Chris Cornell, Paul Stanley, pueden considerarse entre sus deudores vocales, entre tantos otros.


Louis Armstrong.- El genial músico y cantante de jazz, creador insondable de técnicas depuradas y altamente sofisticadas con su voz, única, irrepetible, trascendente. Maestro del scat, forma de improvisación que lleva la voz hasta los terrenos de un instrumento y que no está dado a cualquier cantante -para lograrlo se requiere gran virtuosismo, oído excepcional y creatividad-. Hay leyendas sobre quién fue el creador del scat, varias de ellas coinciden en que el gran Louis lo fue. No nos detendremos en la anécdota, pero sí aseguramos que fue su mejor exponente, sin duda alguna. Frank Sinatra fue otro, pero a mi entender está por debajo de Armstrong. La voz del gran “Satchmo”, grave, quebrada, intermitente, potente y educada hasta los límites, lo distingue de todos los demás y reafirma su estilo gravitante dentro de la música en toda su historia. Armstrong puede ser catalogado como barítono atenorado, pero lo esencial de su voz reside más bien en el color fascinante que le imprimió a sus interpretaciones, además de la vibrante personalidad que inundaba los escenarios. Duke Ellington lo llamó “El señor del Jazz, su máxima expresión”.


Elvis Presley.- Se le ha catalogado en muchos estudios especializados como la mejor voz de la historia del canto. Sea cierto o no, creo que depende el oído de cada uno, pero la excepcional versatilidad que abarcaba al interpretar desde el góspel hasta el rock, el country o baladas teñidas de blues, lo deja en el lugar de siempre:”El Rey”. Su rango vocal llegaba a las dos octavas y un tercio (y hasta tres, como en “What now my love”). Se diría que estaba entre barítono y tenor. De ritmo sin igual, su color de voz puede transitar una amplísima gama, desde los muy graves hasta los agudos, de forma que podía desarrollar las más impredecibles interpretaciones sin exigirse demasiado.  Incluía en ello tonos sensuales y provocadores, para después recalar en gruñidos y arrastres rasposos o gritos. Por ello su público deliraba, perdía la noción de la realidad y pasaba a un estado de trance y éxtasis masivo. Era su voz y su magnetismo histriónico, su posición en el escenario, su rebeldía.

Frank Sinatra.-  Llamado: “La voz”. Nadie podrá regatearle al maestro el lugar privilegiado que ocupa entre los cantantes más grandes de la historia de la música popular. El poder de su voz de barítono no estaba solamente en sus cualidades técnicas que las tenía en abundancia, sino por su capacidad de interpretación. No era de mucho movimiento, más bien tenía una sutil manera de comunicar lo que cantaba, quieto, mirando fijamente, apenas con el micrófono en la mano, lanzaba una voz uniforme en todos sus rangos, limpia y magnífica, elegante y sobria. Podía provocar el llanto en sus oyentes cuando cantaba. Ha tenido gran influencia entre muchos cantantes posteriores a él, por citar uno: Michael Buble. Su aterciopelada voz, combinación de tórax, cuerdas vocales y laringe, inundaba de caricias el auditorio. Su parafraseo y control de la respiración son ya míticas, máxime si hay que recordar que usualmente él cantaba con big band, es decir una gran orquesta, sobre las que él terminaba imponiendo su potente voz.